La ciudad de Puerto Montt se integró al selecto grupo de 49 urbes en 24 naciones del mundo que participan de la denominada “Misión de Transición Urbana”, la cual busca lograr metas, estrategias y estándares de cero emisiones de carbono.
Este grupo pionero recibirá apoyo para probar y ampliar soluciones y adoptar enfoques de todo el sistema para vías de cero emisiones de carbono. A partir de 2023, la Misión de Transiciones Urbanas se involucrará progresivamente con cada uno de los participantes para fortalecer la revisión de los planes de acción climáticos y energéticos existentes, para priorizar acciones y cerrar las brechas de implementación.
Asimismo, se hará intermediación para el acceso a soluciones, con foco en acelerar la implementación de tecnologías, regulaciones y finanzas, a la par de identificar y eliminar barreras para probar y mejorar la innovación trabajando con los actuales socios. Para 2030, estas vías de cero emisiones netas serán validadas y refinadas por un grupo más amplio de 250 ciudades adicionales.
Jacquelin Paz, alcaldesa (S) de Puerto Montt, indicó que “este es un esfuerzo modernizador de Puerto Montt. Hablamos del futuro de la ciudad y estas metas a mediano plazo son parte de la construcción de una urbe que debe ser hogar de sus habitantes y que transita en un diálogo conceptual con el Plan Regulador que hemos impulsado de forma participativa”.
La autoridad agregó que esto impondrá una serie de esfuerzos, de instituciones, y especialmente “de las personas, en un cambio cultural profundo acerca de cómo enfrentamos y valoramos nuestro compromiso con el equilibrio de la biósfera”.
Daniel Reyes, asesor urbanista de la Municipalidad de Puerto Montt, indicó que “esta alianza busca hacernos parte de metas ambiciosas y claras respecto de un compromiso de nuestra ciudad, que deberá implementar gradualmente esta nueva realidad, a la par de los esfuerzos que hemos realizado para diseñar y abordar el crecimiento”.
El marco resultante se difundirá a más de 12 mil 500 firmantes del Pacto Mundial de Alcaldes, para acelerar el cumplimiento del acuerdo de París, que apunta a disminuir el calentamiento global, limitando preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.