Tal como informáramos oportunamente y de forma exclusiva respecto a un presunto caso de violación de un funcionario en el Hospital de Puerto Montt en contra de un colega, trascendió que una querella presentó la familia del auxiliar de servicio del hospital ante el Juzgado de Garantía de la ciudad y que fue declarada admisible el pasado 29 de julio por el juez Francisco Almonacid Faúndez.
En el escrito, se busca confirmar la eventual responsabilidad que tendría un auxiliar de anestesia en pabellón, con 40 años de trayectoria, el que habría drogado y luego violado al joven.
Los hechos se iniciaron la tarde del 19 de julio, cuando la víctima, contratada por el Servicio de Salud, se presentó para cumplir con su turno de noche, que se extiende entre las 20:00 horas y las 09:00 horas del día siguiente. Según el relato contenido en la acción legal, cerca de las 02:15 horas, “el imputado procedió a invitarlo a descansar del turno en la residencia”. El joven ocupó una de las camas, activó sus audífonos y se dispuso a dormir.
“En dichas circunstancias, aprovechó el imputado, prevaliéndose de sus conocimientos como auxiliar de anestesista, para pinchar en una de sus muñecas, por la parte de arriba, a la víctima, administrando un sedante, para mientras esta se encontraba privado de sentido e incapaz de oponer resistencia, proceder a violarlo, causándole lesiones”, explica en la querella Ignacio Herrera, abogado de la Universidad de Chile, experto en crímenes y quien asumió la defensa de la víctima.
En el texto legal, el jurista detalló que el trabajador “trató de despertar a las 06:30 horas, pero las drogas suministradas por el imputado se lo impidieron, pudiendo recién lograr esto a las 08:15 horas, para posteriormente concurrir al servicio de Urgencia y denunciar el hecho”, tal como lo detallara diario El Llanquihue.
Dicha denuncia no se presentó de manera inmediata, sino que pasadas las 18:00 horas de ese mismo día, luego que debido a intensos dolores fue atendido inicialmente en el servicio de urgencias de Río Puelo, donde la doctora de turno le informó que “estaba bajo un efecto de envenenamiento por droga y una sospecha de violación”.
Inicialmente la denuncia fue tomada por Carabineros en el mismo recinto de urgencia. Luego fue derivado en ambulancia hasta el Hospital de Puerto Montt, donde esta vez fue un funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) quien tomó su testimonio, mientras le realizaban los exámenes de rigor en compañía de su madre. La evaluación médica se extendió hasta las 02:00 de la madrugada, tras lo cual se le otorgó una licencia por 21 días.
El abuso tiene la agravante de que el joven no habría tenido oportunidad de poner resistencia a su agresor, a lo que se suma la revictimización del joven porque la atención que se realizó posteriormente en el propio Hospital, incumplió todos los protocolos establecidos para delitos sexuales, lo que está contenido en la querella a la que se refirió su representación legal.
A juicio del abogado Ignacio Herrera, los hechos descritos “constituyen el crimen de violación de mayor de 14 años, previsto en el artículo 361 N°2 del Código Penal” y agregó que las lesiones que sufrió la víctima fueron certificadas por el proctólogo médico de la Clínica Universitaria.
En este caso, el Ministerio Público ya inició una investigación penal, en la cual se encuentra como imputado el auxiliar de anestesista de iniciales J.M.A.M.
Por su parte, el Hospital de Puerto Montt también activó los protocolos establecidos en el Estatuto Administrativo y ordenó una investigación sumaria interna para esclarecer los hechos.
No obstante, lo anterior, el abogado querellante expresó que “aquí hay responsabilidades civiles y administrativas por parte del Hospital, que no ocupó los protocolos para delitos sexuales, no tuvo el debido cuidado con la víctima y se expuso a la víctima a situaciones donde se invadió justamente su privacidad y se hizo público un tema que debería tratarse de manera judicial”, aseveró Herrera.
El Ministerio Público estableció una serie de diligencias, como entrevistas de testigos, revisión de las cámaras de seguridad, la solicitud de peritajes especializados, los resultados de los informes toxicológicos y hasta la revisión de inventarios de sustancias que podrían faltar en la misma farmacia del Hospital.
Del resultado de estas indagatorias podrían derivarse medidas cautelares y eventuales formalizaciones.