Por segunda vez en menos de una semana, la Corte Suprema dirimió un caso ligado a viviendas en el marco de los pleitos que pueden ocurrir entre el propietario y el arrendatario u ocupante y esta vez fue en la ciudad de Puerto Montt en la que se originó la demanda y posterior resolución.
Tras el fallo judicial, una mujer deberá restituirle una propiedad a su dueña, luego de usar el espacio por al menos cuatro años, ya que siempre argumentó que no tenía donde vivir, sin embargo, la historia dio un vuelco por lo que deberá restituir la vivienda y cubrir las costas del juicio, según lo informado por Radio Bio Bio.
En 2020, B.S.B. por razones “humanitarias” le prestó una propiedad a K.B.N. porque se suponía que esta no tenía dónde vivir.
Sin embargo -y según como se relató en el fallo que está disponible en el Poder Judicial- luego de cuatro meses supo que esta mujer sí tenía una casa, la cual puso en arriendo.
Por ello, B.S.B. se acercó a K.B.N. para enrostrarle su mentira y pedirle que le restituyera la vivienda que le había prestado. Si bien esta última admitió su mentira, argumentó que “no era su interés vivir allá (en su casa) y que no entregaría la propiedad”, se relató en el fallo.
La afectada -que se subrayó, actuó de buena fe y por motivos “humanitarios”- prestó su casa a la otra mujer porque la tenía desocupada y en venta.
La “beneficiada”, por su parte, una vez que reconoció su mentira “prometió estar un corto periodo, mientras ordenaba su situación económica”. No obstante, pasaron cuatro años y no cumplió su palabra.
En paralelo, continuó recibiendo el dinero del arriendo de su vivienda; y la afectada en todo ese tiempo se vio imposibilitada de vender la casa que prestó, además de incurrir en gastos (por asesoría jurídica) por este caso.
Por todo, la Corte Suprema determinó que la demandada deberá restituir como máximo en un mes la propiedad que le prestaron (inicialmente se había solicitado un plazo de tres días) y asumir ciertos gastos asociados.

