
En una manifestación sin precedentes, funcionarios del Hospital de Calbuco alzaron la voz este viernes para exigir justicia por la trágica muerte de Emilia Andrea Pinto Ledezma, una niña de tres años que falleció esta semana tras no recibir atención médica oportuna.
El lamentable hecho ha generado un profundo impacto en la comunidad y ha reabierto el debate sobre las condiciones de atención y gestión en el recinto asistencial.
Con pancartas y crespones negros, los trabajadores de la salud se congregaron a las afueras del hospital para exigir responsabilidades claras. En el centro de sus demandas está la renuncia inmediata del actual director del establecimiento, a quien acusan de liderar una administración marcada por la desorganización, falta de protocolos adecuados y reiteradas denuncias por negligencia.
“Hoy no solo lloramos la pérdida de Emilia, también decimos basta. No podemos seguir trabajando en un sistema que no nos permite brindar una atención digna y oportuna. Exigimos cambios estructurales y justicia para su familia”, señalaron representantes de los gremios hospitalarios durante la movilización.
La protesta fue encabezada por la FENATS Calbuco, cuyos dirigentes enfatizaron que han denunciado reiteradamente las falencias estructurales y administrativas del hospital. “Hemos advertido por años sobre los riesgos de mantener una gestión ineficiente. Lamentablemente, la muerte de Emilia confirma nuestros temores. Hoy exigimos justicia y la salida inmediata del director”, afirmaron.
La movilización también apuntó al Servicio de Salud del Reloncaví, al que acusan de mantener en sus cargos a directivos que han perdido la confianza tanto del equipo médico como de los usuarios. “Es momento de asumir responsabilidades. Esta tragedia no puede quedar impune”, concluyeron.