La familia de una reconocida joven calbucana, de 22 años, interpuso una querella criminal en contra de un ciudadano venezolano que se hace pasar por un supuesto “sanador espiritual” y a quien le atribuye presunta responsabilidad en el suicidio de Javiera Campos Soto, el pasado 31 de agosto, según lo informado por diario El Llanquihue.
De acuerdo a lo expuesto en la acción legal que fue patrocinada por el abogado Marco Silva y que fue ingresada el pasado jueves al Juzgado de Garantía de Calbuco -tribunal que todavía debe pronunciarse por su admisibilidad-, en la irreversible decisión de la víctima de terminar tempranamente con su existencia, habría incidido la presión de ser expuesta en un inédito caso de extorsión.
En los relatos dados a conocer se detalla que tras confesarle a una amiga que se sentía permanentemente cansada, esta le recomendó contactar a una persona que realizaba limpiezas espirituales y sanaciones del aura, la cual -según le confesó- le había mejorado su estado anímico.
Es de esta manera que Javiera contacta el 28 de agosto vía plataforma de WhatsApp con Rubén A.P.A., un ciudadano venezolano con domicilio en la comuna de Pudahuel, Región Metropolitana, quien, tras pedirle dos fotos de ella completamente desnuda, inmediatamente le exige el depósito a una cuenta corriente de 475 mil pesos para proceder a realizar la descarga.
Al día siguiente, el sujeto vuelve a contactar a la víctima, esta vez para solicitarle un nuevo pago de $700 mil, explicándole que el procedimiento requería un sacrificio animal y el entierro de un cordero. La joven vuelve a acceder y realiza la transferencia a dos cuentas.
No obstante, a ello, de acuerdo a lo detallado por el abogado Marco Silva en la querella, al mediodía vuelve a exigirle esta vez, el pago de un millón 800 mil pesos para llevar a cabo el trabajo.
Pese a que ella no contaba con esa cifra en dinero, y a que el denunciado accede a rebajar el monto a la mitad, la joven le pidió que la esperara hasta fin de mes. No obstante, al darse cuenta de que se trataba claramente de una estafa, decide bloquear el número telefónico del supuesto “sanador”.
Según el abogado, pese a configurarse ya el delito de estafa, no conforme con ello, el sujeto extranjero procede a contactarla por la red Facebook y le exige el pago completo por el servicio realizado, procediendo a escribirle: “Paga o quieres que te mate”, sumando así, a juicio del querellante, el delito de amenazas de muerte; y posteriormente la extorsión, dado que acto seguido le amenaza además con publicar sus fotos íntimas en redes sociales y con enviárselas a su familia, “como si esto hubiese sido una planificación desde el principio, por si no seguía pagando”, detalló el abogado.
El viernes 30 de agosto la muchacha decide contarle todo a su madre, quien le recomendó no seguir pagándole a esta persona, pues claramente se trataba de un delito, y la conmina a denunciar. Ese mismo día, Javiera ingresa una denuncia ante la Cuarta Comisaría de Carabineros de Calbuco, sin embargo -sostiene el abogado Marco Silva en su querella- “no recibe ninguna medida de protección a pesar de solicitarla de manera urgente”.
Según constaría en los mensajes telefónicos recibidos por la joven, esta siguió siendo acosada con revelar sus fotos a modo de contenido sexual en redes sociales, donde ella era ampliamente conocida, presión que aparentemente termina por gatillar que ese mismo sábado por la tarde acudiera a una bodega de propiedad de su familia para acabar con su vida. Este último acto, en opinión del abogado de Calbuco, termina por configurar la hipótesis del suicidio femicida, incorporado en 2023 al código Penal con ocasión de delitos vinculados a violencia de género.
La querella fue ingresada contra el “sanador” y quienes resulten responsables, por los delitos de estafa, amenazas de muerte, extorsión y delito de suicidio femicida.