Diciembre 14, 2024 4:53 pm
Portada » Condenaron a tres carabineros (r) por secuestro y apremios ilegítimos contra dos hermanos en 1973 ocurrido en Rio Negro

El ministro en visita por causas de violaciones a los Derechos Humanos en las jurisdicciones de Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique, Álvaro Mesa Latorre, condenó a tres carabineros (r) por secuestro calificado y apremios ilegítimos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Se trata de Luis Oyarzún, Hans Schernberger y José Godoy, quienes fueron condenados a 15 años y un día de presidio, más las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos, oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras duren las condenas.

Lo anterior, como autores del delito consumado de secuestro calificado de los hermanos Héctor y Guido Barría Bassay. Ilícito perpetrado en octubre de 1973, en la localidad de Riachuelo, en la comuna de Río Negro.

Se condenó, además, a 5 años de presidio, más las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de las condenas. Esto, en calidad de autores del delito de apremios ilegítimos aplicados a los hermanos Barría Bassay.

En el ámbito civil, el ministro Mesa Latorre dio lugar a la demanda de indemnización de perjuicio deducida y condenó, en costas, al Fisco a pagar la suma total de 710 millones de pesos, por concepto de daño moral, a familiares de las víctimas.

El ministro Álvaro Mesa dio por establecidos los hechos, que dan cuenta que, los hermanos Barría Bassay, de 27 y 19 años de edad respectivamente, fueron detenidos por funcionarios de Carabineros el 16 de octubre de 1973, mientras se encontraban realizando labores en el fundo Los Riscos.

La patrulla de uniformados estaba compuesta por a lo menos 10 funcionarios de distintas unidades de Carabineros dependientes de la Comisaría de Osorno y que se movilizaban en la camioneta de un civil de la zona.

La aprehensión fue realizada en presencia de otros trabajadores del fundo y del padre de ambos, quienes observaron cómo al detener a los hermanos, fueron golpeados por uno de los funcionarios uniformados y, además, obligados a desnudarse, quedando solo en ropa interior.

Posteriormente, fueron trasladados hasta las dependencias de la Comisaría de Carabineros de Río Negro e ingresados en calabozos diferentes en el subterráneo de la unidad. En aquel lugar fueron golpeados.

Guido Ricardo Barría Bassay fue trasladado en un operativo hasta el sector Huellelhue, ya que según orden del capitán Schernberger, se dirigirían en búsqueda de armamento y de un extremista de posible nacionalidad cubana, participando de este operativo los mismos funcionarios policiales, pero, resultó infructuosa, por lo que regresaron a la Comisaría de Río Negro.

Allí, según dichos del carabinero Robert Santiago Teylorl Escobar, que se han mantenido en el tiempo, pudo observar que Guido Barría Bassay se mantenía en la carrocería de una camioneta, tapado con sacos y maniatado de pies y manos en la espalda, ordenándole el capitán Schernberger que lo acompañara en el vehículo, junto al carabinero Pedro Soto Godoy.

Luego, se dirigieron hasta el fundo La Campana, distante a unos 15 km. de la comisaría, trasladando a Guido Barría en la parte trasera del vehículo, amarrado de pies y manos.

Al llegar a la ribera del río Esmeralda, sector Chahuilco, el capitán Schernberger ordenó bajar al detenido y empujarlo a las aguas que en ese momento iba con un fuerte caudal, orden que fue cumplida por el carabinero Teylorl, quien escuchó los gritos de Guido Barría cuando el caudal se lo llevaba río abajo, para luego desaparecer.

Igualmente, se estableció que -hasta la fecha- ningún funcionario público de las Fuerzas Armadas, en especial el mando de Carabineros de Chile, que se desempeñaba en la época de los hechos, ha dado algún antecedente respecto a lo sucedido con los hermanos Héctor Alejandro y Guido Ricardo Barría Bassay.

Lo anterior, respecto a la ubicación de sus cuerpos, manteniendo hasta el día de hoy ocultamiento de todo tipo de antecedentes sobre los hechos que se han mencionado en los párrafos precedentes.